Ella estaba sola...

 --         No me dejes, por favor - dijo Zoey en tono suplicante tomándolo por el brazo mientras sus lágrimas salían sin control de sus ojos.
-         Zoey, entiende, no puedo estar contigo - expuso cabizbaja.
-         Ryan, por favor ¡yo te amo!
-         Pero yo… yo no siento lo mismo de siempre, no te amo como antes, todo cambió Zoey.- Hizo una pausa - no lo hagas mas difícil, entiende, y si en verdad me amas, entonces déjame ir. - dicho esto, Ryan se soltó de la mano de Zoey, y se fue dándole la espalda.
Desde ese momento, al escuchar sus palabras su corazón se partió en miles de pedazos, apreciaba como todo se tornaba oscuro. Se sentía muy dolorida, su corazón dolía. Se sentó con las pocas fuerzas que le quedaban el en frío suelo, y empezó a llorar descontroladamente, no lo aguantaba, el dolor la estaba consumiendo por dentro. Quería que todo lo pasado fuera solo una pesadilla, pero lamentablemente no lo era. En aquella habitación oscura solo se escuchaba su triste sollozo.
 Ryan era todo para ella, su joya mas preciada, su mismo oxigeno, su mejor amigo, el confidente. Zoey lo amaba con locura, mas que a nadie en este mundo, ella podría dar su propia vida por el. Quería en estos momentos que sus brazos la abracen, la besen como el solo la podía besar, de aquella manera tan cautivadora. Pero simplemente era imposible, el no era mas sullo.